miércoles, 12 de agosto de 2009

Los 10 mandamientos del buen procrastinador

Los 10 mandamientos del buen procrastinador

He estado posponiendo este artículo durante semanas, ya que, no en vano, el subtítulo de este blog es Procrastinando en vez de escribir, pero por fin aquí están: Los 10 mandamientos del buen procrastinador:

1. Amarás procrastinar sobre todas las cosas:

Primero fueron los afroamericanos los que se llamaron negros a sí mismos con orgullo.

Después los gay los que se referían entre sí como maricones sin avergonzarse de ello.

Es hora de que también nosotros salgamos del armario y gritemos al mundo sin complejos:

¡Sí, soy procrastinador/a y estoy orgulloso/a!

2. No tomarás la procrastinación en vano:

No puedes dejar los platos sucios de la cena en el fregadero, o llevarle como regalo de aniversario a tu mujer un libro comprado media hora antes en la gasolinera de la esquina, y llamarte procrastinador.

Hasta que no estés un 1 de Agosto pasando la ITV con el coche atestado con las maletas, la sombrilla, los niños, la abuela y el canario, o acabando el informe de resultados mientras el director general da la bienvenida en la reunión de la junta de accionistas, no podrás llamarte verdaderamente procrastinador.

3. Santificarás las fiestas:

Porque ellas convierten el trabajo en pecado.

4. Honrarás a tu padre y a tu madre:

Porque ellos, además de millones de excusas (quién puede negarse a hacer un favor a quien tantos sacrificios ha hecho por ti), te proporcionarán alguien a quien echar la culpa por procrastinar.

5. No matarás:

Ni a la esposa bienintencionada que te regala una agenda por tu cumpleaños, ni al jefe que te pone fecha límite para presentar un trabajo dos días antes de lo necesario para asegurarse de que estará a tiempo.

Ellos todavía no han visto la luz.

Házsela ver tú.

Mañana.

6. No cometerás actos impuros:

No caerás en la tentación de hacer hoy lo que puedes dejar para mañana.

7. No robarás:

Al menos hoy no.

Quizás mañana.

8. No levantarás falsos testimonios ni mentirás:

No pondrás excusas como “es que tengo mucho lío“, “es que estoy rodeado de inútiles” y mi favorita: “trabajo mejor bajo presión“. El primer paso para que respeten nuestros derechos es respetarnos a nosotros mismos.

Repite conmigo:

¡Sí, soy procrastinador/a y estoy orgulloso/a!

9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros:

Te mantendrás alejado de cualquier cosa que pueda ayudarte a organizar tu tiempo, ya sean libros o blog sobre productividad, teléfonos “inteligentes” para aprovechar los tiempos muertos, sistemas de archivo…

10.



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